Los antiguos peruanos observaban los astros, de eso no hay duda. Ya sea por un motivo religioso o por un fin práctico como establecer calendarios, definir el tiempo o planificar ciudades, la astronomía estaba presente. Ahora podría recibir un nuevo impulso con el futuro puerto espacial que se construirá en Piura.
El proyecto ha alcanzado su notoriedad en los últimos meses. Se llama Spaceport y uno de los lugares señalados para su establecimiento es la base aérea El Pato, en Talara.
El caso se encuentra en manos de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Porinversión) para definir la gestión que se seguirá para hacerla realidad. Otras entidades que intervienen son la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y el Ministerio de Defensa.
Fue esta cartera la que compartió en sus redes sociales algunos detalles del futuro puerto espacial, el primero de nuestro país y de la región.
Primero, se señala que este proyecto facilitará los lanzamientos de cohetes y naves espaciales para vuelos orbitales y suborbitales. Este es un aspecto que se menciona debido a la ubicación del Spaceport. Según Proinversión, al estar cerca de la línea ecuatorial, el ahorro en combustible es de 30% y ese ahorro se convierte en 30% más de capacidad de carga en los trasbordadores que realizarían estos vuelos.
¿Qué compone esta estación espacial? El Spaceport contará con plataformas en tierra, centro de control, hangares de preparación, integración y validación, así como pistas de taxeo y despegue, en un área despejada y alejada de la población.
El proyecto forma parte del Informe Multianual de Inversiones en Asociaciones Público – Privadas y Proyectos en Activos (IMIAPP) y se estima una inversión por más de S/1.000 millones.
Turismo espacial
Otro de los puntos destacados es que contribuya al turismo espacial, una tendencia que viene creciendo en los últimos años con empresas que ofrecen viajes que solo algunos han logrado realizar.
Las empresas que se dedican a esta actividad son Virgin Galactic, Blue Origin, SpaceX, Space Perspective o World View, y el costo del viaje ronda el medio millón de dólares (unos dos millones de soles) por solo unos minutos en el espacio. Este es el caso de Virgin Galactic, que por 3 minutos puede cobrar hasta 450 mil euros por un asiento, según informe de Xataka.
Un caso diferente es World View Enterprises, que trabaja el sistema de viaje en globo. La diferencia con un cohete es que no llega propiamente al espacio, los viajeros podrán ver la curvatura de la Tierra en medio de la oscuridad espacial, pero aun no se sentirá la falta de gravedad.
Otra empresa que ha anunciado su ingreso al turismo espacial es la española Halo Space. Durante su presentación, el CEO Carlos Mira indicó en El Español los tres tipos de viaje que se pueden hacer, aun a nivel de la órbita terrestre.
El viaje orbital alcanza más de 300 kilómetros de altitud. En este caso es necesario viajar en cohete, no hay gravedad y la duración del viaje oscila entre las 5 horas y los 5 días. La otra modalidad es el viaje suborbital o parabólico, en los que se asciende a una altura de entre 80 y 120 kilómetros en un cohete o en un avión. Finalmente están los vuelos Near Space, que solo alcanza una altura de entre 25 y 40 kilómetros.
Oportunidad para la ciencia
Otro de los aspectos destacados es que favorecerá a la investigación tecnológica y la educación. A mediados del año pasado realizó el proyecto “CubeSats in Perú” para la capacitación, el ensamblaje de nanosatélites, y la implementación de estaciones terrenas en las instituciones educativas participantes.
Pero también hay un trabajo privado. El año pasado un equipo de jóvenes investigadores peruanos ganó el NASA International Space Apps Challenge 2023 con una propuesta que promueve el turismo espacial y la educación sobre el universo.
El proyecto se llama Space Odyssey Planner, una herramienta trabajada por el grupo Astrogénesis. “La cultura astronómica acá es un poco baja ahorita. Recién está teniendo auge con todo este tema de la estación que se piensa hacer”, dijo James Montes, uno de los miembros del equipo. En comunicación con este Diario destacó en aquella oportunidad la importancia de impulsar la astronomía en la educación.
Y es que así como los antiguos peruanos observaban a los astros, la nueva estación espacial nos haría volver la mirada al cielo y mucho más allá.
Fuente: El Comercio