Las formas podrían aludir a algún tipo de ritual de sacrificio y a entender el comportamiento de los antiguos habitantes conocidos como mochicas.
Una publicación de la agencia Andina, la arqueóloga peruana Jessica Ortiz Zevallos, indicó que el trazo forma parte de la línea finas de características de la cerámica mochica. Expreso que, por acontecimientos afortunados, se ha logrado conservar la pintura en un mural de estado intacto.
El dato: las excavaciones, ejecutadas en el año 2022, se hicieron en un escenario denominado edificio con pilares. Este habría tenido pinturas en todos los muros. Esto permitirá comprender la cosmología y narrativa religiosa mochica.
Hallazgo arqueológico
Lo que se ha descubierto han sido estructuras revestidas con mortero de barro y pintados con una capa blanca. Sobre esta superficie se han realizado las líneas de dibujos.
Acompañando a la arqueóloga peruana también estuvieron Lisa Trever (Universidad de Columbia), y Michele Koons (Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver). Ellos han hecho una excavación en el sitio arqueológico de Pañamarca, un complejo arquitectónico construido entre los años 550 d.C. y 800 d.C
Un legado de los mochicas
Se estima que los antiguos mochicas clausuraron estos espacos para su conserbación. Las entradas se taparon con adobe, un material frágil. Ortiz señala que, para el siglo XIX, hay descubrimientos de otras figuras y que con el paso del tiempo han desaparecido.
Otro factor que se va a considerar para su conservación son las condiciones climáticas a la que esta zona se encuentra expuesta. Con las medidas adecuadas, se evitará que las estructuras se vean dañadas, así como su decorado.
Los seres representados en los murales parece un tocado o una suerte de corona en la cabeza. Poseían ropa colorida con patrones elaborados y cinturones de gran tamaño.
Aunque el diseño en su gran tamaño llamó la atención de los arqueólogos, hay ciertos puntos que se han mantenido tapados para evitar su erosión.
Otro alcance a precisar es que el tamaño de los muros y su ubicación darían señales de ser un recinto sagrado al que no cualquier persona podría ingresar. Por ejemplo, este escenario pudo albergar a los sabios ancianos o los líderes de las comunidades.
Descubriendo los diseños mochica
Entre los murales que quedaron expuestso se encuentra el de un personaje de dos rostros que tiene un abanico de plumas en una mano, y en la otra una copa de la que beben cuatro colibríes. Esta forma podría aludir a algún tipo de ritual de sacrificio y a los “reinos cósmicos” de la cosmovisión mochica.
Un hecho que llama la atención es que los dibujos no representarían deidades, sino humanos, ya que no lucen colmillos, colas y otras características de su simbología.
Fuente: infobae